En 1999 David Miller, profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) proyectó Star Wars a sus alumnos con la brillante idea de construir un robot volador como el de la película y de esa gran idea surgió el proyecto SPHERES y sus tres esferas flotantes, que han ayudado a los astronautas a trabajar en la Estación Espacial Internacional durante más de 10 años.
La NASA trabaja ahora en su sucesor, Astrobee, que estará en funcionamiento este año y que será aún más autónomo y versátil, este nuevo robot tiene mucho más elementos interactivos, como un altavoz, una pantalla táctil, micrófonos, puntero láser y pilas recargables que facilitan la comunicación con los astronautas.
El potencial de este robot es aún mayor para investigar y desarrollar otros aparatos aún más complejos. En un futuro, un robot de este tipo podría llegar a tomar decisiones inteligentes con la información que recolecta, según las necesidades de los astronautas.