Los cursos extracurriculares para niños son una herramienta de apoyo para su desarrollo, tanto intelectual como social y físico. Instruir a las niñas y niños dentro de una actividad específica en su tiempo de ocio, los ayuda a ampliar sus conocimientos dentro de una materia escolar, como puede ser un idioma o matemáticas, o bien, adentrarlos en un campo completamente nuevo, como puede ser la robótica o las artes.
Además de los beneficios cognitivos de la actividad misma, los niños y niñas que realizan actividades extracurriculares desarrollan más sus capacidades de socialización, al estar en contacto con otro grupo de estudiantes, aprenden a trabajar en equipo y evitan el ocio nocivo de sólo ver la televisión o pasar el tiempo sin aprovecharlo en casa.
Para guiar a los padres de familia en la elección de un curso adecuado para sus hijas e hijos, RobotiX enlista 5 consejos para escoger la actividad y curso ideal para cada menor:
Tomar en cuenta la personalidad del niño o la niña. Cada pequeño es diferente y tiene gustos particulares o inclinaciones por ciertas actividades y temas. Algunos destacan en las actividades físicas, como bailar o jugar fútbol, mientras que otros prefieren leer o tienen interés en saber cómo funcionan la ciencia o la tecnología. Fijarse en cuáles son sus actividades preferidas ayudará a elegir un curso de acuerdo con sus gustos, además que tomar en cuenta su opinión les genera autoconfianza.
Elegir un curso que fomente las habilidades del siglo XXI. Además de elegir una actividad que sea del interés del menor, también se debe optar por una opción que fomente las Habilidades del Siglo XXI propuestas por la UNESCO, como son, la creatividad, innovación, colaboración, comunicación, el pensamiento crítico, la lógica matemática, etc. Estas habilidades son fundamentales para preparar a los niños rumbo a su futuro personal y profesional, pues los trabajos que ellos desempeñarán dependen en gran medida de la aplicación de estas habilidades.
Revisar los horarios de los cursos. Asistir a cursos extracurriculares no debe convertirse en una carga para los niños, pues resultará contraproducente para su formación. Asistir demasiadas horas a ellos, o estar inscritos en muchas actividades los puede agotar física y mentalmente, resultando en un bajo rendimiento general. Para poder aprovechar los beneficios de una actividad extraescolar, los niños deben tener tiempo para jugar, descansar y convivir con su familia; por ello, deben revisarse los horarios para verificar que tendrán tiempo de calidad después del curso.
Evaluar su utilidad futura. El fin último de este tipo de cursos es, además de distraer a los pequeños en una actividad interesante para ellos, enseñarles una habilidad útil para su futuro, como el inglés o la robótica. Contar con conocimientos más especializados dentro de un área determinada, les puede dar ventaja en un futuro al estudiar lo que de verdad les interesa, y por ello, debe fomentarse que sigan su vocación.
Verificar la trayectoria de los cursos. Por último, siempre debe verificarse la experiencia del lugar en donde se imparten los cursos, con el objetivo de conocer la dinámica de las clases y que te asegures que no sólo es un lugar confiable, sino que, además, son realmente expertos en el tema que se les dará a los menores. Preguntar por su metodología y por los temas a tratar son buenos tips al evaluar la trayectoria de los cursos.
Los cursos extracurriculares son una forma de complementar la formación de los pequeños, al enseñarles nuevos conocimientos y habilidades a través de actividades lúdicas y divertidas para ellos. Al tomar en cuentas estas sugerencias se podrá elegir la mejor actividad para cada niño o niña y ayudarlos a potenciar sus habilidades.